Pero el día llego…
Les escribí con gran tristeza y angustia de corazón, y con
muchas lágrimas en los ojos, no para entristecerlos sino para darles a conocer
la profundidad del amor que les tengo.
2 Corintios 2:4
2 Corintios 2:4
No creí que esto pudiera pasarme pero el día llego 3 de
enero y todo termino como quien no quiere la cosa, con un ¡te tengo que decir algo
que será DOLOROSO!!! Y que al
momento me asegure de que fuera lo contrario, pero no fue por mucho tiempo,
me hice la fuerte, hasta que mi alma estallo y fue difícil ocultar todo el
sufrimiento que llevo por dentro, mi corazón esta muy herido, mi alma esta
agotada; en fin no quiero atribularlos con mi historia.
Quiero mas bien en esta oportunidad invitarlos a que sepamos
perdonar, no para que vuelva quien te ha roto el corazón, sino más bien para
que tú alma, tu espíritu se refresquen y no vivas una vida llena de tristezas y
rencor.
No des cabida en tu corazón al odio pues no te hace bien…
¿Quien ha sufrido más que nuestro Señor Jesucristo?
Salmos 53:5
El fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por
nuestras iniquidades sobre el recayó el castigo, precio de nuestra paz, y
gracias a sus heridas fuimos sanados.
Amigas hoy les digo no es fácil, pero es lo mas sano, he
decidido perdonar porque a mi, mi padre que esta en los cielos me perdono y
sigo de pie, y hoy estoy aquí es porque el me ha dado las fuerzas necesarias
para continuar, su misericordia ha llegado a mi, por eso hoy aunque mi alma
este agotada me levanto nuevamente y digo:
DIOS ES BUENO...
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